domingo, 7 de febrero de 2010

"El eterno adolescente"

Para esta edición, la revista Semana preparó un escrito, a manera de obituario, acerca del ermitaño escritor Jerome David Sallinger. La verdad me sorprendió. Como ya se sabe y como se habló en clase, todos, creo que sin excepción, esperábamos recordar las noches de Cartagena, y con ellas a su gran maestro, Jaime R. Echavarría. Ya que como se discutió, sin duda, la noticia de su muerte es de mucho mayor impacto, por lo menos a nuestro nivel y en nuestro medio cultural, que la también triste noticia de la muerte de J.D. Sallinger.

Sin entender las razones de la escogencia de la sección de cultura, igual me adentré en la noticia “El eterno adolescente”, y tengo que confesar que con mucho entusiasmo, ya que siempre me he interesado mucho en el por qué de la importancia del libro más famoso de Sallinger, El guardián entre el centeno, para algunos criminales como Mark David Chapman, el asesino de John Lennon y también quien disparó a Ronald Reagan, que son quienes mencionan en la nota.

Sin embargo, pasan por alto, y me hubiera gustado una profundización (aunque es meramente por gusto personal), uno de los asesinos en serie más controversiales y famosos en toda la historia de Estados Unidos, Theodore Robert Cowell Bundy, más conocido como Ted Bundy quien se piensa asesinó a más de 100 mujeres norteamericanas aunque sólo alrededor de 30 se hayan podido comprobar, y quien muriera en la silla eléctrica en enero de 1989. Y es que para Bundy, “The catcher in the rye” fue un libro importante y fue una de la pertenencias que se encontraron en su poder, además de ser para él inspirador y liberador según algunos autores, aunque no conozco en que se basan para afirmarlo.

Definitivamente esta sería una profundidad únicamente de mi interés personal, puesto que para un público general es un artículo conciso pero bien escrito y que le permite al lector con “un brochazo” enterarse de quien era éste escritor y porqué era tan famoso en el mundo de la literatura americana, y de esta manera, olvidar, aunque fuera por un momento, a quien esperábamos encontrar, al maestro Echavarría.

Espero entonces, hoy domingo, que la revista se reivindique, espero una nota y un homenage.

Por: Pedro Montoya Botero

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